martes, 27 de abril de 2010

PALOMA DE TRISTEZA: conversación con una dama (de compañía)


Estuve buscando por casi una hora páginas de internet en las que por lo menos apareciera un indicador sobre la prostitución en Tacna: no encontré nada. Si alguien sabe de alguna me avisa. Cerca de la casa que alquilo desde hace cinco años y en la que vivo con mi mujer y mis dos hijos menores, hasta hace poco vivían casi recluídas, una veintena de señoritas dedicadas al oficio más antiguo del mundo. Ellas, todas la noches, eran recogidas en taxis y llevadas a quien sabe donde. De minifalda, pintarrajeadas hasta las orejas y embadurnadas en perfumes tan fuertes que lograban colarse por la ventana de mi habitación ubicada en la otra calle.

El tema de la prostitución en Tacna es tan alamarte que ya no se puede controlar. En la avenida Industrial y en sus alrededores existen una gran cantidad de establecimientos dedicados a este negocio, en los que con toda tranquilidad, noche tras noche, cientos de mujeres brindan sus servicios. Nada extraño verdad. Todos lo sabíamos. No es cuento nuevo. Pero ese es el problema: todos los sabíamos. Lo sabe el alcalde, lo sabe el presidente regional, lo sabe la prensa, lo sabe Perico los Palotes, lo sabe la iglesia, lo saben los fiscales.

También se sabe que la prostitución va directamente ligada con la delincuencia, con el abuso de menores de edad, con las peperas, con los asaltantes disfrazados de taxistas. Otra vez todos lo sabemos. Y otra vez ese es el problema. ¿Se hace algo?. ¿Alguien regula estos establecimientos?. ¿Alguien vigila las condiciones sanitarias?. ¿Alguien salvaguarda la seguridad?. Claro, muchísimos los conocemos. Hemos estado. Hemos visto. Sabemos como es la cosa. Y es lo más preocupante.

Después de llamarla más de cinco veces por fin Paloma quiso hablar conmigo. Quiero hacerte una entrevista le dije. Es para mi blog. No supo que era blog. Pero aceptó.

La cosa, para los bien pensados, fue por teléfono. Llegué el año pasado del Cuzco me dice. Le creo, su dejo no es selvático, es más andino. Su mamá tiene una tienda de abarrotes, sus hermanas celebran sus visitas esporádicas. Ella lleva la plata. Ella para la olla. El padre murió me dice. Luego lo resucita contándome que las abandonó. En cierta forma murió le digo.

Te gusta el trabajo pregunto con miedo: siempre te llega a gustar cuando te pagan. Lo malo son las malas noches, el licor, los abusos.

Existe alguna satisfacción que te dé la vida aparte de la plata: no hay respuesta. No sabe no opina. Tengo compañeras. ¿Compañeras?, insisto. Compañeras, no amigas. Ella vive junto a algunas de sus "compañeras" en una casa alquilada en el distrito de Alto de la Alianza. No sale nunca a menos que sea para trabajar. Una señora se encarga de atender algunas de sus necesidades más urgentes: pastillas, óvulos, inyecciones. Es buena me dice, pero aveces se enoja. ¿Cual será el concepto de bondad para esta muchacha?. ¿Que significará "pero aveces se enoja"?, ¿gritos, golpes, humillaciones? No lo sé.

Paloma tiene 25 años. Sabía a lo que venía. Antes trabajó en Arequipa y su sueño es Chile. Sin embargo los terremotos le dan miedo. ¿Podrá tenerle más miedo a los terremoto que al estar con cientos de hombres a quienes no conoce?

Si no fueras lo que eres que te gustaría ser. Pregunta boba pero eficáz. No sé, me dice, quizás estilista. Pero no se gana bien. Trabajó en una tienda de ropa. Salió embarazada. La niña vive con su mamá. Estoy aquí por ella, aclara. Tiene seis años y va al colegio.

Paloma gana más que cualquier funcionario público. Gana mucho más que un policía o una profesora. Pero sufre. No todas somos malas me dice. Hay algunas que les roban a los que "fichan", pero yo no. No le da vergüenza trabajar en esto. No sabe hacer otra cosa. No pudo aprender. Pero algún día lo dejará. Ojalá.

De los seis días que trabaja a la semana, tiene que tomar licor casi todos. Cómo aguantas le digo. Hay pastillas para todo es su respuesta.

Cuántas palomas habrán en los famosos chupines. Nadie lo sabe. Cuántas llegarán todos los meses. Cuántas portarán enfermedades. Nadie lo sabe.

He buscado en internet por más de una hora algún indicador sobre la prostitución en Tacna: no hay nada. Que siga la fiesta de los gigolós, las mamis, los proxenetas. Que sigan los abusos, los robos, la tristeza. Aquí nadie sabe nada. Si alguien sabe algo que me avise.