No olvides viajero llevar monedas de cien pesos en cantidades industriales para darles a los incontables guitarreros, vende curitas, olvidados, señoras desamparadas, señoritas destartaladas, mata perros prontuaridos, raterillos de poca monta, orates, etc., etc., etc... que se acerquen a ti a pedirte una monedita mientras tratas de pasar una tarde tomando una mala cerveza en el paseo 21 de Mayo, solo por escapar un poco de la rutina.
No olvides viajero intentar no asombrarte demasiado al ver como a la 1 de la tarde en el céntrico parque Vicuña Mackenna, justo debajo del morro, unos simpáticos muchachitos de uniforme escolar y largas melenas se fuman un troncho de marihuana, acompañados de agraciadas compañeritas de clase, quienes en "minifalda" escolar te enseñan hasta los calzones. A propósito, no intentes descubrir de que color es la estatua del mencionado historiador chileno, tendrías que desenterrarlo de la cagada de pájaro que lo cubre.
No olvides viajero grabarte en la memoria el verde de nuestras plazas y jardines, allá no encontrarás más verdor que el triste verde del uniforme de los pacos. Los jardines no existen, las flores están de huelga. Apenas unas cuantas hierbas malas adornarán tus paseos por la ciudad más norteña del país con más desarrollo del cono sur.
No olvides viajero, antes de salir de Tacna, comerte un buen lomo saltado, un caldito de gallina, un estofadito o por lo menos un anticuchito de alpaca de a sol, porque todo será mejor que la mala y cara comida chilena. No oses, por respeto a tu paladar, tu hígado y tu bolsillo, pedirte un "completo", ni un "barros luco" (¿?) clásicos sánguches allá. Guárdate tu platita, llévate tu canchita, y con lo que hubieras gastado en esos "potajes", acá te comes cuatro sabrosos menús.
No olvides viajero admirar algunas bonitas chilenas menores de 25 años. Repito, menores de 25 años. Después empiezan a marchitarse indescripteblemente, hasta convertirse en algo parecido a la suegra de Conodorito, con honorables y admirables excepciones como Cecilia Bolocco, "la mujer más bella de Chile" que luego se nos casó con el "choro más grande de Argentina". Todo un ejemplo de amor desinteresado. La mujer chilena hasta los 25 es una bonita flor silvestre, después de los 25 es una fea flor artificial.
No olvides viajero, que no debes apoyarte en las paredes de las casas que circundan el cercado de Arica, corres el riesgo que los muros de cartón, tablas y plástico se desplomen sobre tí como un castillo de naipes.
No olvides viajero, nunca, pero nunca, pedir un pisco sour. Eso es imperdonable. Lo que vas a recibir es una limonada tibia y aguardientosa con azúcar. Como decía el gran conocedor de piscos Jhonny Schuler, según una crónica escrita por un periodista mapuche: "el pisco sour chileno es una mierda". Y yo lo reafirmo, perdonen la franqueza, no sabré mucho de piscos y piscos sours, pero sólo por curiosidad, pedí uno, y la verdad, lo reafirmo nuevamente, es una mierda con m de malo.
No olvides viajero no enojarte si ves en los folletos turísticos el nuevo plato típico de Arica: la "Papa a la Huancaína". Que le vamos hacer, en pillos nos ganan. Somos como un niño que tiene demasiados juguetes regados por el piso, de vez en cuando nos exponemos a que nos saquen alguno. El niño que no conoce jug0uetería ni la ha tenido estará siempre al acecho.
No olvides viajero, sobre todo, que no somos perfectos que somos "cholos" imperfectos y llenos de compatriotas que hacen cosas malas en donde no corresponde, pero que no por eso todos somos así. En todos lados se cuecen habas. En Perú, en Chile, en Alemania o en Singapur.
No olvides viajero que mientras nuestros vecinos compran aviones F-16 nosotros ganamos el Oso de Oro en Berlín con la película de Claudia Llosa.
No olvides viajero que mientras ellos nos quieren afanar algunas millas marítimas, Kina Malpartida, afana el campeonato mundial de boxeo dejando como "caballo fino" a su experimentada contrincante gringa, mientras que la gringa Sofía le arrebata a las olas título tras título como un radiante caballito de totora.
No olvides viajero que mientras pretenden despojarnos de la Papa a la Huancaína, el gordito Gastón Acurio crea 10 platos nuevos cada mes, sin contar las imnumerables delicias que otros chefs nacionales aportan a la amplia gama de potajes ya existentes.
No olvides viajero, por último, que con todos nuestros errores, con todas nuestras falencias, con todos nuestros sin vergüenzas, con todos nuestros tongos, con todas nuestras susis díaz, con todos nuestros otorongos y demás especímenes el Perú es mejor. Es mucho mejor por donde lo veas. No lo olvides viajero.
