jueves, 23 de octubre de 2008

LA TORTURA DEL BUS NUESTRO DE CADA DIA



Viajar en bus de servicio público todos los días es una tortura solo comparable con el empalamiento de Caupolicán.
Quién no ha tenido alguna vez que subir a un bus repleto de gente, viajando más apretado que calzón de vedette. Quién no ha sido punteado involuntariamente por decenas de pasajeros que, como a uno, no les queda otra que pegar los cuerpos, obligados por la orden brutal de un cobrador con cara de requisitoriado que con aliento a fábrica de harina de pescado grita desaforadamente "al fondo hay sitio" o "péguese pe' varón", todo esto en ritmo de cumbia por suepuesto. Quién no ha viajado ahogado entre las tetas paquidermas de alguna señora entrada en años y generosa de carnes. Quién no se ha sentido en una cámara de gas, cuando justo por encima de las narices te pasan un sobaco bravísimo, de esos que tiran por los suelos las bondades más sofisticadas de los desodorantes que la publicidad nos vende. Quién no ha sentido un dolor desgarrador, cuando alguien te pisa el dedo meñique del pie derecho, y uno como es un pelotudo exclama "no te precoupes, sigue nomás", en vez de reventarlo por desubicado.
Pero todo tiene sus venganzas y sus recompensas, o díganme acaso si no les ha pasado cuando justo delante tuyo se te para una de esas niñas con cara de malcriada, de esas cachetonas y no de cara.
Este el suplicio que vivimos día a día los que no tenemos otro medio de transporte a la mano. Por eso hay que ir ahorrando para comprarse un autito, una motito, una bicicletita o cualquier otra huevadita que nos ayude a dejar los buses para siempre. El Perú todo es un bus repleto y nosotros sus pasajeros. Que mala pata.

1 comentario:

  1. Holaaaa!!! Me encantó el artículo...me dieron ganas de reír y de llorar al mismo tiempo. Sudamerica toda sufre del mismo mal. Uruguay no es la excepción. Tomo dos al día y uno de ellos para hacer 28 km. Combato esta catástrofe diaria tomándome el bus en la Terminal, por mas que quede lejos...pero algo positivo de la situación es que si voy sentada seguro me duermo una siestita y me paso de parada. Je!!! Un beso enorme a la flia. Andrea

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